Una idea, pone a Montoya

Santiago Montoya, el subsecretario de Ingresos Públicos del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, goza de una popularidad envidiable para cualquier político.
Para la gente, el tipo labura; y aunque muchos lo detesten, imagen a favor tiene. Siempre que pone en marcha una acción hay cámaras o medios que lo asisten. Si se arma un operativo frente a algún barrio privado, si se sube a un helicóptero, casualmente hay una cámara. El diario “La Nación” mandó una periodista a compartir: “24hs con Montoya” dedicando mas de una página de una edición dominical y América TV, también lo mostró de pleno en una jornada de trabajo. Prensa no le falta.
Con toda la repercusión que logra al margen de las frecuentes menciones en Infobae, resalta por encima de los opacados ministros del gabinete del Gobernador Solá que bastante déficit de gestión tienen.
No se lo mide para encuestas, por lo tanto se lo “guarda” para una eventual ocasión, así el tipo arma su CV y mantiene en ascenso su carrera política al transmitir “perspectivas de progreso” en su entorno.
Pero, con tanto problema por resolver en Buenos Aires. Con tantos “Sí, Presidente” que Felipe repite por día, ya que desde Balcarce 50 le dirigen las políticas, le ponen funcionarios y le arman actos de campaña donde dejan mal parado, este siempre calla. Con tanta necesidad de los bonaerenses de mejorar la salud, la seguridad, la educación, etc. Porqué no ponen al Montoya al frente de otra área de gobierno? Por que no, un cambio de gabinete? Por que no, oxigenar la gestión?
La gente ni conoce a Mate, a Bozzani, a Mouilleron ni a Sicaro. Que bueno sería que si Montoya hace las cosas bien merezca un reconocimiento. Evidentemente, más de un motivo hay detrás, no sea cosa que “se queme el hombre”.
Montoya no le preocupa que sus emprendimientos mediáticos de control sean cuestionables judicialmente, ni su pasado como funcionario menemista, ni su juicio contra el BAPRO; el sabe que los ricos son los malos y así en el rol de “Robin Hood” made in La Plata, logra popularidad.
Si es bueno para recaudar, si tiene aire a favor, porque no se dejan de lado actitudes egoístas y se prevalece el servir al bien público, que vaya al frente de una cartera provincial.
A Solá, no le vienen mal nuevas ideas, acá va una muy humilde. Pone a Montoya.