miércoles

Coparticipación Federal en era K

El economista Alejandro Arlía esta al frente del Centro de Estudios Federales (CEFED). En su último informe publicado se refiere a los números fiscales de las provincias en relación a la distribución por parte del ejecutivo nacional y aporta un punto de vista distinto donde ve aspectos favorables del actual sistema de coparticipación federal.
Al respecto afirma que es contundente, y los números lo demuestran, que ha crecido la distribución no automática, la distribución llamada “discrecional”. Donde grafica que los aumentos de las transferencias de Nación a provincias.En el año 1996 se giraba a las provincias algo menos que $15.000 M. según lo presupuestado y casi $1.000 M. más fuera de lo establecido.
Hoy se giran más de $40.00 M presupuestados y más de $8.000M en otro tipo de transferencias directas (corrientes) que se ejecutan desde la Casa Rosada sin haber pasado por el Congreso.
Las transferencias corrientes aumentaron considerablemente y son las que se destinan desde Nación a gastos sociales y de infraestructura.
Arlía aclara que la Nación es acreedor de deuda provincial y por lo tanto es otro motivo más de dependencia. (En este sentido, digamos que Miceli maneja un holgado superávit mientras que algunos estados no pueden sostener sus cuentas y caen en déficit, como el caso de Buenos Aires donde termina acudiendo a Nación).

Sobre los pasivos
En el año 2000, Nación era acreedor de la deuda de las provincias en un promedio de 13%, y en el 2006 trepó a ser acreedor en un 68%.
Como símbolo de reestructuración de pasivos, los estados provinciales le debían a los bancos un 68% en el 2000 y hoy las entidades bancarias solo participan de un 1% de deuda.
Y también frente a los organismos internacionales se debía un 34% en el 2000 y en el 2006 se redujo la deuda a 17%. (Recordemos que las provincias asumieron el compromiso de “Ley de Responsabilidad Fiscal”. Casos de buenos resultados como Córdoba y Buenos Aires aplicaron el sistema de Lavagna, viajando a Estados Unidos a proponer reducción.)

Luego en el informe con la cita y referencia de los planes: “Programa de Financiamiento Ordenado 2002-2004” y “Programa de Asistencia Financiera a Provincias 2005/2007” y un cuadro donde se demuestra que con el apoyo a la reestructuración de las deudas por parte de nación, (es decir que Nación absorbe y reprograma deudas) se han beneficiado las provincias. Los recursos a las provincias se ven menos afectados por los compromisos que Nación financió es la visión de Arlía. Con lo cual aporta un argumento válido, avalado por las cifras, obteniendo un costado positivo, de que tanta dependencia trajo alivio a las cuentas de las carteras económicas de las provincias.


De todos modos, la simple cita de algunos datos en este blog apunta a ir mostrando el alto grado de dependencia hacia nación. Lo que se opina desde acá, es que al margen de ser un “gran colaborador” en apoyo de las deudas en el interior del país, el Gobierno logra concentración y pasa a tener demasiadas atribuciones y participaciones en la ejecución económica de las políticas provinciales.
Al margen hay que citar que a las provincias les es más costoso acceder a líneas de crédito internacional para refinanciar deudas. Es especial el momento de tasas bajas en todo el mundo, sin embargo, por ejemplo Córdoba tiene bonos que están sujetos CER, que cotizan siguiendo la inflación y hay bonos atados al crecimiento del PBI.
Ni idea, como se resuelven casos como “la gran Filmus”, donde el hombre anuncia un aumento tal, y los estados provinciales que ya armaron sus números deben salir a cubrir ese bache.
Es positivo aportar info sobre estos asuntos para instalar un debate, hay economistas que opinan distinto e iremos compartiendo, a la vez que hay otros argumentos, ejemplo lo que produce un ciudadano promedio en Buenos Aires en proporción con lo que recibe no es equitativo. Hoy son pocos los gobernadores que no son K y este panorama deja ver que es indispensable tener buena relación con el Gobierno para ser receptor de lo que maneja Alicia y De Vido.

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